jueves, 24 de febrero de 2011

así es.

Fueron tantas las noches que soñé con tu amor que hoy cuando te me acercas me da miedo tu olor y me pone nerviosa el calor de tu cuerpo. Me pasaba las horas buscandote en mis sueños y siempre amanecía con sabor amargo, me acostumbré a tus ausencias y a quererte en silencio y perdí entre lamentos lo mejor de mis años. Y cuando ayer sentí que tus ojos me llamaban un extraño calor recorrio todo mi cuerpo, se volvieron a encender las cenizas apagadas y una alegre mirada borro el dolor del recuerdo. No te marches ahora, recuerda que un amor no se abandona como un juguete roto en un trastero. Por una vez se valiente y dejame quererte por entero, olvida las palabras de la gente, vivamos para siempre un amor verdadero.

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